El Ayuntamiento de Lorca informa que el día 22 de abril ordenó a Aguas de Lorca la toma de muestras en el río Guadalentín a su paso por el casco urbano de la ciudad para su posterior análisis. El objetivo es conocer la calidad y el motivo del aspecto de las aguas que discurren por esta zona. 

La toma de muestras se ha realizado en seis puntos que dan origen a siete muestras, ya que en uno de los puntos se toma una por duplicado debido a sus condiciones. Las muestras son trasladadas al laboratorio al día siguiente, el 23 de abril. 

En base a las muestras tomadas, se analiza el agua en el efluente de la depuradora de Curtidos (EDARI), en el punto del cauce antes de que éste transite por el casco urbano, en la zona justo aguas arriba del viaducto de la autovía, en el punto aguas arriba de la desembocadura de Rambla Salada y en Rambla Salada en su desembocadura con el río Guadalentín. La primera toma duplicada se toma bajo el puente situado en las proximidades del centro comercial San Diego y se recoge el agua sin agitar el lecho del cauce. La toma por duplicado se recoge en el mismo punto anterior tras agitar el lecho del cauce.

En el punto de muestreo tomado bajo el puente situado en las proximidades del centro comercial San Diego, en el que se ha duplicado la muestra, pueden estar confluyendo las aguas circulantes por el entorno. La calidad de las aguas tomadas en esta zona es similar a las aguas que circulan tanto por el cauce de Rambla Salada como por el río antes de discurrir éste por el casco urbano. 

No obstante, destaca el Ayuntamiento que los valores de cloruros y sulfatos en esta zona son inferiores a los que presenta Rambla Salada en su desembocadura con el río Guadalentín y superiores a los que arrojan la analítica de la zona del cauce antes de que éste transite por el casco urbano. 
Además, el nitrógeno es sensiblemente inferior en este punto bajo el puente situado en las proximidades del centro comercial San Diego que los detectados en las dos zonas nombradas anteriormente. El resto de valores son muy próximos en estos tres puntos indicados.

Destaca el Ayuntamiento que en el momento de tomar la muestra bajo el puente situado en las proximidades del centro comercial San Diego, se aprecia un agua clara, turbidez de 2,12 Unidades de Turbidez y que, en el lecho del cauce, en la solera de mortero de hormigón sobre la que discurre el agua en este punto, se aprecia materia decantada, sedimentos depositados sobre el cemento que conforma el fondo del cauce. Ante esa situación detectada, se decide agitar el fondo al objeto de volver a suspender el material decantado y tomar una muestra adicional de esta agua agitada.

 
Esta muestra agitada presenta una turbidez de 19,4 UNF, valor situado dentro de los rangos habituales, pero superior al que arroja la muestra sin agitar. Los valores de cloruros y sulfatos entre la muestra sin agitar y la agitada, tomadas ambas en este punto, presentan valores similares. Se incrementa en la muestra agitada el nitrógeno respecto de la muestra sin agitar y arroja el mismo valor para este parámetro en esta muestra duplicada que el detectado en la desembocadura de Rambla Salada (e inferior a la que presenta el agua en el río antes de su entrada al casco urbano). Por su parte el cromo tampoco presenta alteraciones entre la muestra agitada y la no agitada. Además, el resultado de cromo en este punto arroja valores similares a los detectados en Rambla Salada que presenta valores de 0,05 mg/L.

Tras estudiar los resultados de estos análisis, se estima que  lo que podría estar sucediendo en el cauce del río a la altura del puente situado junto al centro comercial San Diego, es una decantación de material arrastrado por las aguas en su discurrir por el resto del río y otros cauces. Así, la retención que sufren las aguas en esta zona reduce muy significativamente su velocidad de circulación y proporciona tiempos de retención que pueden estar permitiendo la decantación de las tierras y limos que transportan las aguas. 

En definitiva, la calidad de las aguas en este punto, en general, no difiere significativamente de las aguas que de forma natural circulan por el río y sus afluentes. Además, se ha de tener en consideración los aportes que, por escorrentías de aguas pluviales en los momentos de lluvias, puedan adicionarse al cauce bien en el entorno urbano o fuera de él.